Cuidado con las opiniones
Benjamín Valero Espinosa
benjavalero en yahoo.es
Jue Abr 5 22:52:02 UTC 2007
Barbara Jiménez Gamboa escribió:
> Pues yo no soy miembro de la Real Academia y para mí lo extraño es
> llamarle mouse al ratón.
> Otra cosa, por ejemplo, es la palabra router, que ya que estamos
> aprovecho para preguntar si se traduce como enrutador (que sería la
> palabra en español) o se deja como está.
Es una de las palabras que habrá que tratar cuando estemos más
tranquilos tras la traducción de Feisty ;) Personalmente, yo la
traduciría como «enrutador» (mucha gente entendería su función con ese
nombre) o tiraría por la calle de en medio y lo castellanizaría como
«rúter».
Respecto a si hay que ser o no académicos, es un debate tan manido que
no vale la pena explayarse mucho en comentarlo. Por fortuna, tenemos un
lenguaje usado a diario por muchos millones de personas, en latitudes,
longitudes, continentes y países distintos, cada uno con sus costumbres,
usos e influencias. Hasta ahora hemos resistido la tentación de traducir
con variantes locales de cada país. Esto tiene los inconvenientes ya
comentados: «es que en mi país yo no uso esa palabra». Cuando salen a
colación las Academias de la Lengua, no se hace por esnobismo, sino
porque hay ciertos consensos conseguidos por TODAS las Academias, no
sólo la española, y sería interesante aprovecharlos, aún con el riesgo
de que no llueva a gusto de todos. Es totalmente imposible encontrar
opciones que nos satisfagan a todos. A veces ni siquiera se puede hacer
por votación, porque los traductores y colaboradores no tienen por qué
ser una muestra representativa de los usuarios finales (lo siento,
apareció mi lado estadista). Entre todos debemos dar razonamientos
coherentes e intentar que esta lista sea para todos los
hispanohablantes, aunque todos tengamos que ceder de vez en cuando un
poquito.
Señores, ser universales es complicado. Mantener una coherencia y una
tradición y a la vez no quedarse anclados lo es más aún. Imaginen un
matrimonio, empresa o asociación, personalidades distintas, que
compensan su balanza para llegar a buen fin. Aunemos esfuerzos en lugar
de ramificarlos. En efecto, Ubuntu es «Linux para seres humanos», pero
es que los humanos somos capaces de lo mejor y lo peor, del amor y la
guerra. ¿Para qué humanos es entonces Ubuntu? No quiero ponerme
filosófico, pero qué difícil es decidir cosas cuando todos sabemos que
no existe la decisión perfecta.
Más información sobre la lista de distribución Ubuntu-es-l10n